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Conclusiones y aleatorios Bosnia & Herzegovina
Conclusiones, situaciones y pensamientos aleatorios durante la estadía en Bosnia:
- Cuando algo se cae, la gente
dice: “¡Upa!”.
- En Sarajevo te traen a cuenta
junto con el pedido siempre.
- Es Mostar es más común que las
mujeres hablen inglés y que los hombres no sepan mucho. En la capital
bosnia pasa todo lo contrario.
- En general, la predisposición
de los mozos para atender es… normal, como cualquier lugar en Buenos
Aires. Si les hablás un poco aflojan.
- Nunca entendí cómo saludar.
Cada persona me saludaba con una palabra distinta.
- Se puede fumar adentro de las
instalaciones de cualquier lugar, excepto hoteles, museos y McDonald’s.
Igualmente, no mucha gente lo hace durante el día, aunque quizás tenga que
ver con que hace calor, y prefieren sentarse afuera. En Bosnia en general
fuman muchísimo.
- A la noche, los bares pasan
música ochentosa o reggaeton. No hay otra variante. La única diferencia
que vi con los de Argentina es que fuman shisha, y que a la 1 de la mañana
apenas quedan un par de personas. La hora de cierre varía según cuánta
gente haya consumiendo, pero generalmente 1:30 ya están limpiando todo.
- No usan Whatsapp.
- Parece que les gusta mucho el
fútbol.
- Nunca me acostumbré a ver
mujeres usando niqab.
- El turismo árabe es el boom de
Sarajevo, pero en Mostar no tienen cabida.
- Las tazas de café y té son
insoportablemente chiquitas. En un momento le pedí a un mozo “Velika kafa,
big coffee, grande café”. “Ah... no, esto es lo más grande que tenemos”,
me contestó, mostrándome la misma taza que tenían en todos lados.
- La velocidad con la que te
atienden y traen los pedidos es sencillamente extraordinaria.
- El helado es como el de
McDonald’s o como una heladería de barrio medio pelo. No pasa de eso.
- Después del Ćevapi (chevapi) no
hay mucho más para comer. Hay un plato llamado Burek, que es como una
especie de variante de tarta, pero también, para comerlo un par de veces y
ya está.
- Fui al pedo a Mostar, debería
haber ido directamente a Belgrado.
- Daría un riñón por un mate y
una buena pizza argenta.
- En el hotel de Mostar
teóricamente iba a compartir la habitación con dos personas más, pero como
nadie más hizo reserva, la tuve para mí solito.
- El turismo en Bosnia en general
viene en decadencia. Es un país muy barato para la Unión Europea (todo les
sale la mitad), pero parece que el gobierno bosnio no tiene interés en
promover el turismo. En Sarajevo, por ejemplo, no había ni siquiera un
cartel en los sitios históricos.
- No me gusta sacarme selfies.
- No sé si ir a Albania.
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